Quiesera explicarte esta noche
que el dolor es la alegría vestida de cobarde,
que cuando tu alma llora está llena de vida,
que es más heroe el que más batallas lleva perdidas.
Quisiera cantarte los versos más tristes,
para que bebas alegría de su dulce sangre,
quisiera cortarte las alas,
para que te crezcan más grandes.
Quisiera verte desnuda y oscura,
azotarte de vida dura,
desgarrar tu carne dormida
que la mengue y la reviva.
Quiera ser el río que te atraviesa,
a veces manso, a veces bravo por la tormenta.
Quisiera hablarte del amor a las cosas,
las grandes, las leves y las otras,
las que se incan adentro,
y las que apenas te rozan,
las amapolas atrapadas en su rojo,
las feas que hacen posible las hermosas.
Quisiera decirte que a todas las amos
que es imposible amar solo una,
como imposible es el agua sin la sed,
o el sol que no busca su luna.
Quisiera explicarte, cantarte,
hablarte y decirte.
Quisiera ser lo que te atraviesa,
la mano mansa y la tormenta.